
- Argitaletxea:
- EDITORIALES VARIAS-AUTOR EDITOR
- Edizio-urtea:
- 2025
- Gaia:
- Arte/arquitectura/diseño
- ISBN:
- 978-84-09-70590-0
- Orrialdeak:
- 56
PERLORA
CIUDAD DE VACACIONES
CALVO HERNÁNDEZ, LUIS / GARCÍA ALCALDE, LUCAS
Perlora es un lugar que fue, pero que aspira a ser algo. Aspira porque no es, simplemente está. Está congelado por la no acción. Y esto no debe malinterpretarse como el simple olvido, porque la no acción, el abandono, es una acción en sí misma. No hacer, no ser, no querer hacer, son decisiones. Y en esta historia, como en otras tantas, hay responsables. Pero también hay esperanza, como todas las cosas tocadas por la decadencia que todavía aspiran a volver a ser algo.
Perlora es muchas cosas. Fue una ciudad de vacaciones, un destino turístico de masas. Ya no es nada de eso. Ahora simplemente es una mancha en el territorio, un conjunto de casas tapiadas con formas extravagantes y calles y farolas, un recuerdo para miles de familias, una promesa urbanística de reconstrucción, renovación, restauración
Como si el prefijo re- solucionara años de deterioro. Perlora son todas las personas que la atraviesan corriendo los fines de semana, las que se tumban en sus porches durante el verano. Perlora es un vigilante de seguridad leyendo ocho horas al día muy atento al vacío para controlar que todo sigue en su sitio sin que llegue a suceder nunca nada.
A pesar de todo, la ciudad de vacaciones siempre será un no lugar. Un espacio pensado para ser vivido solo durante un período corto de tiempo por unos desconocidos. Personas sin rostro, familias sin nombre, que vienen y se van. Podría ser un centro comercial o una estación de autobús.
El lector llegado a este punto pensará que Perlora, para no ser nada, para ser un no lugar, es muchas cosas a la vez. Lo mejor por eso, es que abandone ahora mismo esta lectura y lo vea con sus propios ojos, o mejor, a través de los nuestros, que es la mirada de la curiosidad y del respeto. La mirada de aquellos ajenos a esta historia que un día nublado decidieron pararse a preguntar qué es Perlora.
Los no lugares no sobreviven a nuestra memoria.
Perlora sí.